El deal

Las teorías tras la jugada del clan Müller en Falabella

La familia ya suma poco más del 1,7% de la firma de retail, tras quedarse con el remate de parte de las acciones lanzado por Bethia, ganándole la pulseada a Juan Cúneo y los Del Río. Y seguiría con planes de comprar más participación.

Por: J. Troncoso / A. De la Fuente | Publicado: Viernes 21 de junio de 2024 a las 15:06 hrs.
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Sin meter bulla, al menos desde 2020, Tomás Müller (por sí y a través de su sociedad Rentas Tissa Limitada) ha comprado acciones de Falabella. Se estima que, actualmente, junto a su familia manejan el 1,71% de la compañía, transformándose en un actor relevante, pero aún lejos de los controladores del conglomerado.

¿Su objetivo? En el mercado hay distintas teorías en torno a la apuesta de los Müller: un plan de diversificación dentro del mismo grupo (para no depender solo de Mall Plaza, donde es uno de sus principales accionistas), una inversión financiera (apuesta en la recuperación en el precio de la acción), o incluso la posibilidad de que continúe comprando y apueste por ingresar al pacto controlador del holding fundado por Salvatore Falabella en 1889, que justamente vence el próximo año.

Tomás Müller Sproat (80 años, seis hijos) es cercano a los controladores de Falabella. De hecho, son socios en Mall Plaza. Además, tiene recursos para seguir comprando acciones.

A mediados de 2018, la operadora de centos comerciales se abrió a bolsa, con lo cual sus accionistas minoritarios (Müller junto a Thomas Fürst y Pedro Donoso) recaudaron US$ 532 millones con la venta del 12% de la firma.

En 2022, Müller (junto a otros socios en un fondo de inversión) hizo otro gran negocio con la venta de la empresa de logística Blue Express al grupo Angelini en US$ 230 millones: la habían comprado tres años antes y lograron multiplicar por cinco su valor.

Empresario Tomás Müller compró paquete de Bethia en Falabella

Sus orígenes

El empresario -exalto ejecutivo del Citi- fundó con Pedro Donoso la firma IM Trust en 1985; 20 años después vendió su participación. En 2006, Müller se unió a su hijo Tomás Müller Benoit y a Alejandro Puentes para formar Altis, reconocida por administrar las inversiones de familias de alto patrimonio (como la de José Codner, exdueño de Farmacias Ahumada, y la del mismo clan Müller), y por ser uno de los cuatro bancos de inversión que gestionaron el fideicomiso del exPresidente Sebastián Piñera en su segundo paso por La Moneda.

La gran jugada de Müller fue a mediados de los 90, cuando junto a varios socios (entre los que figuraron Andrés Navarro, Juan Manuel Casanueva y Carlos Alberto Délano) formaron la empresa de televisión de pago Cablexpress, que tenía como principal gancho los partidos del torneo nacional de fútbol. Por tres años de concesión, la compañía le pagó US$ 22 millones a la ANFP. Luego, vendieron la firma a VTR (en ese entonces de propiedad del grupo Luksic) en más de US$ 60 millones.

Con su parte, el empresario invirtió en Mall Plaza. Hoy, la familia Müller es el tercer mayor accionista con el 11,5%, tras Falabella (que controla con el 59,3%) y los Fürst (14,02%).

Luego de ser nombrado embajador en Londres en 2010 por el Presidente Piñera, Müller Sproat dejó en manos de su hijo Tomás Müller Benoit el día a día de los negocios de la familia.

Hoy es el primogénito quien lidera Altis y es el representante de la familia en el directorio de Mall Plaza. Pero, afirman cercanos, es el patriarca quien tiene la última palabra en las decisiones de negocios.

El resto de los hermanos tiene otras ocupaciones. Andrea Müller Benoit trabaja en el área de exhibiciones del Servicio Nacional de Patrimonio Cultural; Olivia Müller Gubbins es acupunturista; su hermana Emilia, doctora en Historia, es curadora de la colección textil del Museo Histórico Nacional de Chile; Bárbara participa de los negocios familiares a través de su sociedad Santa Clara, y Federico Müller Rodríguez, el menor, es analista de inversiones de Daedalus, la oficina de venture capital de Cristóbal Piñera.

Más compras

Hasta el miércoles 12 de junio, la familia Müller manejaba el 0,21% de Falabella. Pero ese día, el clan -a través de la sociedad Rentas Tissa Limitada, donde participa toda la familia- sorprendió al quedarse con el remate del 1,5% lanzado por el grupo Bethia, que recaudó más de US$ 124 millones en la operación.

Los compradores llegaron a pagar hasta $ 3.080,1 por acción por el lote que representó el 0,75% de la compañía, precio que no se veía desde el 23 de noviembre de 2021.

“Müller fue muy agresivo con el precio pagado, quería quedarse con el paquete”, dice un conocedor de las tratativas. Otra fuente dice que le ganó la pulseada a Juan Cúneo y a una de las ramas de la familia Del Río, ambos miembros del pacto controlador de Falabella, que buscaban aumentar su participación en el retail. Los tres prevén que la acción, tras la serie de cambios implementados al interior del retailer, se podría recuperar con fuerza en el corto plazo.

Tras las mentadas operaciones, los Heller Solari (que buscaban recursos frescos para reducir sus gastos financieros), se quedaron con el 6,395% de la compañía. Pero el grupo Bethia tiene espacio para vender más.

La familia es una de las siete que controlan el retailer; éstas son los Del Río, Cuneo Solari, Solari Donaggio, Solari Karlezi, Solari Cortés y los Cardone Solari, además de los Heller Solari, los que en conjunto manejan poco más del 66% del holding. Cuando firmaron el pacto en 2003 (y ratificado en 2013), concentraban más del 88%.

La baja se atribuye a ventas de paquetes accionarios de las familias, principalmente de los Del Río, Cúneo y Heller (en busca de diversificar sus negocios), pero también a diluciones tras aumentos de capital en el conglomerado.

Salvo Sergio Cardone (quien junto a su familia es dueño del 2,34% de la firma), el resto de los clanes no pueden tener -cada uno- menos del 8,5% de la propiedad de la empresa.

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El permiso

A mediados del año pasado, los Solari Heller solicitaron la autorización a sus socios para tener menos del 8,5%, lo que fue visado. Incluso, les permitieron bajar hasta el 5%. De esta manera, esta rama puede vender un 1,395% adicional, paquete que podría superar los US$ 117 millones.

Y aquí se menciona nuevamente a la familia Müller: en caso que Bethia decida ejecutar una nueva venta, el clan es referido como el principal candidato para quedarse con esa participación y así, eventualmente, alcanzar sobre el 3% de Falabella.

Conocedores afirman que el plan de Müller es diversificar sus inversiones y, en paralelo, ser parte de la matriz de Mall Plaza, Falabella.

Además, con esa participación, dice un cercano a los controladores de Falabella, la familia podría fácilmente sumarse al pacto del retailer. Éste se debe renovar el próximo 1 de julio de 2025.

Antes de la pandemia, se daba como seguro la ratificación del acuerdo de actuación conjunta; no obstante, la crisis sanitaria reveló un distanciamiento entre los accionistas.

Si bien el clima mejoró en abril del año pasado, tras los cambios en el directorio, las visiones sobre el futuro de la empresa se mantienen alejadas, lo que para dos cercanos a las familias dificultaría renegociar un nuevo pacto de actuación conjunta en las mismas codiciones.

Por un lado están los Solari Donaggio, Karlezi y Cortés; y por el otro Juan Cúneo, los Heller y los Del Río.

Al cierre de 2023, Auguri (liderado por Cecilia Karlezi Solari) manejaba el 12,73% de la compañía; el grupo Corso (encabezado por Juan Carlos Cortés Solari) el 11,56%; San Vitto (de los hermanos Carlos, Piero y Sandro Solari Donaggio) el 10,77%, y el grupo Amalfi (Sergio Cardone) el 2,34%.

Juan Cuneo, al mando del grupo Liguria, terminó con el 8,54% de la propiedad al cierre del año pasado, el grupo Dersa (de las distintas ramas de la familia Del Río) con el 14,18% y Bethia con el mencionado 6,395%.

Hoy no hay nada cerrado y las opciones no son muchas: firmar un nuevo acuerdo; no hacerlo y dejar que cada clan maneje sus acciones a discreción.

Un miembro de una de las ramas del pacto dice que otra posibilidad es que menos familias firmen un nuevo pacto, manteniendo el objetivo original, que es cerrarle la puerta a un tercero que quiera tomar el control de la empresa de retail. Y vuelve a sonar el nombre de Tomás Müller, quienes -apuestan conocedores- podría sumarse a ese nuevo acuerdo y mantener el cerrojo en Falabella.

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